Octubre fue un mes dedicado al higiene y la ciencia. El 15 y 16 celebré El día mundial de lavarse las manos con los estudiantes de la escuela primaria en Portobelo. El 19 Futuro Científico llevó a los estudiantes a la feria científica realizada por la SENACYT en Albrook Mall. El 24 asistí a una charla dada por El Instituto Smithsonian en la escuela primaria. El primero de noviembre fui a Nombre de Dios para reunirme con mi contraparte Aníbal para discutir proyectos y charlas que pudiéramos hacer en la comunidad. Esperamos colaborar más en Nombre de Dios y así extender nuestro alcance más costa arriba. El día mundial de lavarse las manos es un día celebrado por todo el mundo. Se celebra el hábito higiénico básico, pero no menos importante, de lavarse las manos. Pensaba que era una buena idea hacer la charla con los estudiantes de primaria ya que creo que responden mejor a charlas así. Se convertirían en mis megáfonos del higiene tal como creía que esparcirían el mensaje dentro de sus casas cuando los papás les preguntaban qué hicieron en la escuela ese día. Hice la charla nueve veces en cada salón dándoles la charla a cada grupo y grado dentro de la escuela. Yo comenzaba cada charla igual. Entraba el salón y les decía buenos días a los estudiantes y hacíamos una actividad. Les pedía que se pararan y se dieran la mano en saludo, diciendo su nombre y comida favorita. Yo también paseaba por el salón dándoles la mano y diciéndoles mi nombre y comida favorita, sin embargo yo me había puesto un gel especial que no se ve a menos que le alumbres con una luz UV. Una vez que todo el mundo se había dado la mano y dicho su comida favorita se sentaban. Luego les enseñaba mis manos y les preguntaba si se veían limpias. Todos respondían que sí lo estaban. Luego sacaba mi luz UV y volvía a enseñárselas y les preguntaba si aún lo estaban. Con caras sorprendidas todos respondían que no. Luego les pedía que se mirasen las manos y que me dijeran si estaban limpias o no. Algunos decían que sí y otros que no. Luego caminaba por el salón alumbrándoles las manos y se sorprendían ver que el gel se les había pasado a ellos también. Esto era la lección. Por lo más que se vean limpias nuestras manos por la vista, no siempre lo están. Luego escribía en la pizarra ¿por qué?, ¿cuándo?, y ¿cómo? debemos lavarnos las manos. Todos me daban las respuestas correctas lo cual me significaba que todos ellos sabían bien la importancia de lavarse las manos, solo que a veces necesitan un refuerzo. Después de esa charlita seguíamos a la segunda actividad, pintura por mano. Yo había hecho letreros de cartulina que decían “Prometemos proteger la salud” y los estudiantes tenían que dejar su huella de pintura en la cartulina. Pegábamos las cartulinas a la pared de los salones como un recordatorio diario para los estudiantes que se laven las manos, y que se las laven bien. Después de dejar sus huellas, les mandaba con una barra de jabón a que se lavaran las manos para que estuvieran bien limpias para lo que quedaba del día, o hasta que volvieran a ensuciárselas. Ese viernes el 19 10 estudiantes colegiales, Wilfredo, y yo fuimos a la feria científica realizada por la SENACYT en el Hotel Wyndham Albrook en la CIudad de Panamá. Estudiantes de todo Panamá y de otros países latinoamericanos fueron invitados para presentar sus proyectos científicos. Proyectos en biología, tecnología, ecología, química, sociología, y otras ciencias fueron presentados en la feria. Paseamos por todo el salón de conferencia haciendo preguntas, recibiendo folletos, y conversando con los presentadores. Habían presentaciones prácticas en astrología y realidad virtual. Los estudiantes, Wilfredo, y yo nos divertimos mucho y aprendimos mucho de todos los presentadores. Después de visitar la feria por unas horas pasamos un rato en el mall de Albrook. Dejamos que los muchachos hiciesen compras, visitaran sus tiendas favoritas, y luego todos almorzamos en el food court. Con las barrigas y los cerebros llenos nos fuimos. Todos los muchachos me dijeron que se habían divertido mucho y que también habían aprendido mucho durante su tiempito en la feria. Espero que el próximo año podamos llevar a un grupo de estudiantes a la feria para representar a Colón. El 24 de octubre fui invitado por Karina Hassell del Instituto Smithsonian a asistir una charla científica que estaban dando en la escuela primaria. El programa educativo se llama Q?rioso busito. El Smithsonian usa el busito para llevarles lecciones científicas a los estudiantes en el área metropolitana y Colón. El 24 enseñaban a los estudiantes de 4° grado sobre las hormigas y la dinámica social de sus colonias. Los estudiantes podían observar una hormiga congelado en un cubo plástico con una lupa, jugar un juego con los roles individuales de la colonia (soldado, trabajador, jardinero, reina) y trabajar juntos como hacen las hormigas, aprender la anatomía de una hormiga, aprender el rol de las hormigas en el ambiente, y mucho más. Es un programa muy chévere y espero seguir colaborando con el Smithsonian y conectar al busito Q?rioso con más escuelas. A medida que octubre iba cerrando, yo hacía planes para ir a Nombre de Dios para volver a reunirme con mi contraparte Aníbal. El primero de noviembre fui a visitarlo y discutir proyectos futuros. Tuvimos un día largo y productivo de conversación y de ver los tanques de depósito en la comunidad que necesitan renovación. Dos de los tanques principales (ambos 58.000 litros cúbicos) que proporcionan agua a todo el pueblo necesitan un repello de cemento mezclado con un impermeabilizante para cubrir las grietas y huequitos en los tanques. Después de aplicar el repello también él quería pintarlos si permitía el presupuesto. También habían dos filtros de bioarena que quería rellenar y reconectar. Y finalmente quería reemplazar otro tanque que sirve a la comunidad como un sistema de emergencia que tiene la capacidad de 13.000 litros con un tanque que tenga la capacidad de 27.000 litros de agua. En cuanto a la organización comunitaria él quisiera que diéramos charlas sobre la importancia de pagar el agua y cómo la comunidad entera debe participar para el bienestar del sistema de agua. Aníbal dice que esto es el mayor problema en el mantenimiento y avance de los sistemas de agua. Algunas personas no pagan la mensualidad de agua de $2.00 y entonces cuando algo se daña o deja de funcionar a veces no tienen suficiente dinero para arreglar el daño o solucionar el problema. Si todo el mundo contribuyera siempre tendrían suficiente dinero y hasta más para hacer los proyectos que quieren hacer Aníbal y el comité de agua. Aunque yo estaré pasando mucho tiempo en Nombre de Dios no desatenderé a aquellos que necesiten mi ayuda en Portobelo. Aún estaremos trabajando ahí pero ya que queremos expandir un poco estaremos enfocándonos costa arriba. Esperamos ayudar a los que les interese ayudarse a sí mismo y a través de la educación científica y las charlas, lo lograremos.
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John Michael CoatneySoy el coordinador de proyectos para Future Scientist. Archives
May 2020
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