En los Estados Unidos la competencia impregna nuestra cultura. La mayoría de nosotros crecimos con los deportes siendo una parte integral de nuestra juventud. Muchas actividades escolares se convierten en competencias con un 1°, 2°, y 3° lugar para el mejor proyecto científico, mayor asistencia, summa y cum laude, etc. Para los estudiantes estadounidenses esto agrega un poco más motivación y dinamismo para el estudiante o atleta cuando participan en su feria escolar o evento deportivo. Nosotros de Futuro Científico pensamos llevar esta filosofía a Portobelo para ver si los estudiantes en Colón responderían igual. Este agosto terminamos nuestra Serie de charlas y competencia de diseño por impacto y por fin pudimos ver los frutos de nuestra labor y la de los estudiantes de los últimos dos meses y medio. Fue un mes ocupado y emocionante para nosotros en Portobelo. Con las últimas semanas de la serie de charlas así como la competencia el 23 de agosto, las ideas de los estudiantes comenzaban a formarse. Entramos el mes habiendo hablado, generado, y escogido ideas para los proyectos que querían usar como la solución de su problema que habían establecido desde las primeras semanas. La primera charla del mes se trataba del modelo de negocios canvas. Esta charla era importante por poner las ideas de los estudiantes a papel y haciendo un mapa de lo que era necesario para hacer que su idea fuera realidad. Les señalé que el modelo de negocios se podría utilizar más allá de la escuela y que es una herramienta útil para cualquier clase de empeño; ya sea comunal, empresarial, o académico. Esta herramienta también es importante para ver qué tan factible es la idea y para comprender cuáles recursos te hacen falta y cuáles tienes para el proyecto o “start-up”. Los estudiantes trabajaron duro aquel día elaborando sus mapas para sus proyectos y pienso que adquirieron conocimiento útil para dentro, y fuera, de la sala de clases. A medida que nos acercábamos al día de la competencia era hora que comenzáramos a pensar en modelos más físicos y avances más serios en el desarrollo de los proyectos. La semana siguiente fue la semana de hacer los prototipos. Los estudiantes cuyas soluciones eran más físicas construyeron modelos de sus proyectos. Aquellos que tenían soluciones más serviciales o organizacionales eligieron escribir storyboards y mostrar cómo funcionarían sus proyectos paso por paso. Me impresionó la habilidad de los estudiantes de hacer estes modelos con poco más que cartón, cinta, papel, y marcadores. Un grupo dibujó un cianotipo de un vehículo agropecuario experimental para ser usado por los campesinos para sembrar y cosechar más cultivos más eficazmente. La idea fue inspirada por sus clases de agropecuario y las dificultades que habían visto con los campesinos y su falta de movilidad cuando siembran sus cultivos. Otro grupo dibujó un storyboard sobre cómo organizarán la comunidad para limpiezas semanales de basura. Ilustraron cómo la comunidad está afectada por la presencia constante de basura que está botada en las calles y cómo puede estar recogida y desechada fácilmente y correctamente. El tercer grupo hizo una tarjeta de premios de limpieza de basura para ser usada en las tiendas y restaurantes. La tarjeta es como un “punch-out” card donde por cada artículo comprado y su envoltorio desechado correctamente premia el usuario con un pegatina o una perforación y una vez que una cantidad determinada esté acumulada, el usuario recibe un premio o un artículo gratis de la tienda o el restaurante. Con sus prototipos en mano era hora que los estudiantes aprendieran a vender sus ideas y atraer a su público. La última semana antes de la competencia los estudiantes necesita aprender a vender sus ideas y formar un buen pitch de elevador. Aprendieron las seis características más importantes de un buen pitch:
Ellos también aprendieron de una de las más útiles herramientas en ventas: El círculo dorado. Esta idea viene de Simon Sinek, un ahora conferencista motivacional. Él argumenta que la gente que es inspiradora inspira por no vender su “qué” sino su “porqué”. Venden sus creencias y filosofías personales, y sus productos o servicios son simplemente una extensión de estas creencias y fiolsofías. El círculo dorado es un círculo formado por tres círculos interiores. El círculo más interno es el “porqué”. Yendo hacia afuera el segundo círculo es el “cómo” y el círculo exterior es el “qué”. Sinek nos desafía que comencemos con el “porqué” y no con el “qué”. Así que yo igual les desafié a los estudiantes que hiciesen lo mismo. Les dije que escribieran el “porqué”, “cómo”, y “qué” de sus proyectos y que lo usaran mientras formaban sus pitches. Por fin el día de la competencia había llegado. El día anterior yo les había llevado a las cocineras toda la comida necesaria para alimentar a todos los participantes y jueces, y una cantidad grande de otros estudiantes del colegio. Yo esperaba que el día fuera sin problemas pero luego se cortó el agua en la escuela. Abrimos el sistema de la represa pero tampoco servía. Me puse rápidamente mi ropa de trabajo y fui a investigar. Resultó que una sección de la tubería se había desconectado y sin el agua las cocineras no podían seguir cocinando. Con suerte pude arreglar la tubería justo a tiempo y las cocineras pudieron terminar de cocinar el almuerzo. Luego fui de prisa a comenzar la competencia. Busqué a mis jueces, un profesor de cada bachiller: agropecuario, informática, y turismo. La criteria que usaron los jueces fue la siguiente: nivel de comprensión del problema y su apropiación, grado de innovación, potencial de aplicabilidad, y desempeño y motivación. Los estudiantes llegaron con sus prototipos y sus pitches así que comenzamos. Cada uno de los tres grupos presentaron sus proyectos. A medida que presentaban, los jueces los calificaban de acuerdo a la criteria dad con valores numéricos de 1-10, con comentarios en cada sección. Después de mucha discusión los jueces eligieron al grupo que presentó la limpieza semanal de basura. Como los ganadores, los cuatro estudiantes ganaron un viaje a la Ciudad de Panamá para participar en una feria científica realizada por la SENACYT (Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología) llamada la Feria del Ingenio Juvenil. Los estudiantes pasarán el fin de semana en un hotel de cinco estrellas donde se realizará la feria y presentarán un proyecto científico de su elección, ya sea un proyecto nuevo y el proyecto que ya habían hecho por las últimas 11 semanas. Al final de la competencia y el anuncio del ganador, yo les repartí los certificados de terminación a los estudiantes que habían asistido a la mayoría de las charlas. Y así terminaron nuestras 11 semanas de La serie de charlas y competencia de diseño por impacto. Hemos comenzado a buscar más oportunidades para seguir haciendo la serie en otros lugares y con otros participantes. Este septiembre y octubre Futuro Científico estará haciendo un autoanálisis a quién queremos conectar y cómo. Estamos comenzando a reenfocar los medios a través de los que queremos conectar con nuestros dos públicos, nuestros donadores y la gente a la que intentamos ayudar. Estaremos asesorando proyectos potenciales fuera de Portobelo así como futuros colaboradores. Estaremos investigando a convertirnos en un entidad legal legítima dentro de Panamá para que nuestra colaboración puede ser más unida con las instituciones panameñas. ¡Sígannos para recibir las últimas noticias en las semanas que vienen!
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John Michael CoatneySoy el coordinador de proyectos para Future Scientist. Archives
May 2020
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